Cuando se muestran las enormes ventajas del Software Libre, es inevitable la eterna pregunta: “Parece que el software libre está muy bien, y es realmente algo muy interesante, pero ¿por qué no se usa en todos lados y de forma mayoritaria?”
Existen muchas razones, principalmente relacionadas con aspectos humanos y no tecnológicos, desde la costumbre, la falta de conocimiento, falsos mitos, estereotipos interesados, etc.
Que el Software Libre no sea masivo no es un problema técnico.
Hay dos razones fundamentales: Dejadez y/o desactualización de los
responsables técnicos. Ambas razones se podrían resumir en “ineptitud”. Los gerentes tecnológicos tienen la responsabilidad de aplicar tecnologías para que faciliten los procesos de una organización y ofrezcan mejores servicios de forma más eficiente, a menor coste y con mayor independencia de proveedores únicos. La tecnología evoluciona constantemente y en Software Libre existen soluciones que hacen todo esto, de igual o mejor manera y a un precio menos elevado pero lamentablemente son descartadas simplemente por esa ineptitud.
Estas dos razones tienen que ver con lo legal. Existen las ilegales o alegales, motivadas ya no solo por las tan nombradas comisiones sino, también, y en ocasiones, por simples viajes “formativos”, “charlas instructivas” o, lo que es aún peor, por ser reconocidos, halagados y “peloteados” por las grandes consultoras o transnacionales. Por activa o por pasiva no están cumpliendo con su responsabilidad y, aunque pudieran estar dentro de un marco legal, desde luego, su actuación no es ética.
Las tecnologías abiertas y libres son cada día más usadas, están siendo las vencedoras en muchos segmentos. Por ejemplo, en plataformas de misión crítica y superomputación, sí o sí se implanta GNU/LINUX: el 96% de los 500 supercomputadoras más potentes del mundo usan sistemas operativos de la familia GNU/LINUX. Desde la NASA, que recientemente tomó la decisión de migrar todos los sistemas de la estación espacial internacional, a las principales bolsas de valores, sistemas financieros y tecnología militar.
Si las grandes ventajas de usar tecnologías libres están tan claras, ¿qué queda? Queda exigir que se cumpla con el propósito por el que se contratan a los responsables técnicos y se eligen a los representantes políticos; queda exigir que se use de forma eficiente los recursos públicos; queda acabar con la desidia; queda actuar exigiendo responsabilidades contra la falta conocimientos y la desactualización; queda más divulgación y sensibilización; pero, sobretodo, queda tener más ética y más vergüenza.
Si seguimos permitiendo la improvisación, la mediocridad, las mentes cortoplacistas, la desidia y la falta de ética; si seguimos permitiendo el error de considerar que mejor las tecnologías privativos porque es más fácil o el argumento ignorante de que mejor las transnacionales porque el software libre no tiene soporte; si seguimos permitiendo que los viajes, regalos y halagos influyan en decisiones tecnológicas; si seguimos permitiendo esa falta de ética reinante entre los gerentes tecnológicos seguiremos despilfarrando el dinero, y condenando a nuestras futuras generaciones a la dependencia tecnológica con las grandes corporaciones multinacionales.
¿A qué esperan nuestros gobernantes para asumir su responsabilidad? No han sido valientes para enfrentarse a los grandes banqueros con su gigantesca estafa financiera que nos ha llevado a esta crisis mundial. De las 4 mayores empresas del mundo, 3 son tecnológicas: Apple (1ª), Google (3ª) y Microsoft (4ª). ¿Serán capaces de plantarle cara a estos gigantes tecnológicos?
Publicado en: Software Libre y Cooperación